Según los estudios, 6 de cada 10 personas contratan sus seguros a través del banco con la garantía de que el tipo de interés de sus préstamos será menor. Con esta promesa las personas mantienen sus seguros contratados con el banco hasta que acaban estos préstamos, de manera que se puede alargar bastantes años.
Pero lo que ocultan los bancos es que, aunque los tipos de interés pueden ser menores gracias a la bonificación que aplican, las primas de los seguros que ofrecen pueden llegar a ser hasta el doble de caras si se compara con las de las aseguradoras.
Consulta tus condiciones contratadas y pide un presupuesto
Así pues, si tienes contratado un seguro con tu banco, lo primero que tienes que hacer es consultar qué bonificación se te está aplicando en los tipos de interés de tu préstamo. Los estudios afirman que, de manera general, el porcentaje de bonificación que se aplica es mínimo por lo que no representa grandes sumas de ahorro. El segundo paso es, pedir un presupuesto a un agente de seguros de tu confianza para poder comparar el precio que se te puede ofrecer. Lo más probable es, que te des cuenta que el seguro contratado a través del banco es mucho más caro aun teniendo en consideración la bonificación que te hacen en la cuota de la hipoteca.
Tener el seguro con el banco te hará perder dinero por mucho tiempo
Otro aspecto a tener en consideración es, como se ha mencionado, la prolongación de estos contratos. La mayoría de personas, para ir manteniendo la bonificación de su cuota del préstamo lo que hacen es dejar el seguro con el banco hasta que este acaba. Eso significa que las condiciones pocas veces se actualizan y se acaba pagando innecesariamente un seguro demasiado alto. Las condiciones que se necesitan los primeros años no tienen nada que ver con las que se requieren a medida que el préstamo se hace menor. Los bancos no revisan ni actualizan las pólizas de los seguros, de manera que, podrías ahorrar mucho más dinero si actualizaras tus capitales asegurados.
Pagar menos sin perder la bonificación
Los bancos no pueden obligar a sus clientes a tener los seguros con ellos las leyes protegen al consumidor por eso usan estrategias para hacer más difícil que los clientes escojan libremente el seguro que más le conviene.
Teniendo en consideración todos estos aspectos, una opción viable podría ser mantener el seguro del banco con un capital mínimo para que puedas evitar perder la bonificación y asegurar el resto de capital necesario mediante un seguro contratado con una aseguradora.
Asesorarse e informarse es esencial para conseguir pagar el precio justo de tus seguros.
